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Susana Díaz o lo que queda de su personaje político se sabe fuera de juego, más bien sin tablero de juego siquiera. Pero sigue ‘canturreando’ el villancico que le fue bien cuando le iba bien…

1.700 folios de una sentencia jurídica que señala a su partido -el Psoe de los eres- como perfecto arquitecto de corruptelas, enchufes de amiguetes e ignominias varias, pesan como arquitrabe de mármol.

La secretaria general del PSOE-A y expresidenta de la Junta, Susana Díaz, ha advertido de que el cogobierno del PP-A y Ciudadanos (Cs) necesitan al partido de Vox «para todo» y, por tanto, «tragará y pasará por el aro cuanto haga falta» a fin de «mantenerse en el poder».

Hasta en segundo plano mantiene su agudeza política la de Triana. Sabe que todo pasa por Vox; los titulares, la foto, el titular, el debate, la polémica… su propio futuro más próximo. Y si no los nombras aunque sea falseando o escupiendo con ello a más de 600.000 andaluces que los votaron (demasiado facha de la noche a la mañana veo yo), no estás siquiera orbitando en la actualidad política, que efectivamente la marca en Andalucía el partido de Santiago Abascal conformado por unos parlamentarios que no superan la docena, pero que están sabiendo ‘avanzar aprendiendo’ al mismo tiempo -empresa complicadísima- y marcar una impronta equilibrada y mesurada, y de mejor gusto. Ligeramente alejada en las formas de las líneas nacionales de la formación, pero que desde un ‘respeto por la arena política y sin ocurrencias innecesarias’ les ha hecho crecer en los últimos comicios en 215.000 adeptos más.

En una entrevista con Europa Press, Susana Díaz ha criticado también que la «falta de rigor» del Gobierno andaluz se debe a que es un Ejecutivo «al que solo le importa estar ahí al precio que sea, aunque se lo tenga que prestar a la ultraderecha en el día a día». «El interés que tienen exclusivamente es permanecer como sea, dame pan y dime tonto», ha apostillado.

Le va bien señalar mencionar constantemente ‘ultraderecha’, como un tic nervioso o el palo ‘al que agarrarse’ antes de que el techo de su credibilidad termine por desprenderse del todo. No vende: Susana Díaz ya no vende. Está amortizada.

Se sabe amortizada y los ‘sanchistas’ que ‘manejan su barca’ tienen ya un nombre y un apellido: Felipe Sicilia. Dicen que es su sustituto natural, porque emula a su secretario general y ya sabe decir ‘ultraderecha’… Y eso es importante.

Amén de que Montero -Marisú- no quiere ni puede moverse porque lo que viene tiene tufo de novela, y Espadas -Juan- ‘tiene su trayectoria política manchada por el escándalo de los ERE’, como recordaba Beltrán Pérez, portavoz del PP en el consistorio hispalense.

Díaz cree que hay un Ejecutivo que que durará «lo que quiera que dure el que tiene la sartén por el mango:Vox».

Susana Díaz ha hecho hincapié en que el Gobierno de Moreno necesita a Vox «para todo» porque «no puede aprobar nada en el Parlamento sin el voto de la extrema derecha», de modo que no cree que prescinda de su socio externo una vez que han aprobado las cuentas del 2020 porque «la estabilidad no te la dan los Presupuestos sino poder gobernar y convalidar en el Parlamento las iniciativas que tenga el Gobierno, saber que hay una mayoría aritmética legislativa que apoya al Ejecutivo».

«Tienes que gobernar todo el año, y ahí no puedes aprobar nada sin el voto de Vox, es indispensable, no pudieron sacaron el Gobierno sin ellos y cualquier cosa que aprueben tiene que tener su apoyo», ha proseguido la socialista.

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Un año de parco o nulo aprendizaje para el PSOE-A

De otro lado, sobre el primer año del PSOE-A en la oposición, Susana Díaz ha explicado que ha sido «de aprendizaje» porque «no era sencillo» tras haber estado gobernando 37 años en Andalucía. Así, se toman esta etapa «con mucha humildad, entendiendo que tenemos que ser útiles, que no podíamos comportarnos como otros se han comportado en la oposición porque la gente quiere encontrar en el PSOE-A soluciones».

Ya saben ustedes a estas alturas que en el PSOE Humildad y Susana Díaz son antagonismos perfectos. Pero insisten en el mensaje, por si cuela, que ya poco…

La sentencia de los ERE arrincona a los socialistas de Andalucía un año después de perder el poder en la comunidad. Necesita una renovación de urgencia: o seguirá en la UVI bastante tiempo más.

La ‘humilde de España’ ha criticado que el presidente de la Junta, Juanma Moreno, y el consejero de Presidencia, Elías Bendodo, «con el numerito que hacen cada martes en los Consejos de Gobierno, parece que es el Gobierno el que se dedica a hacer oposición a la oposición, y los que estamos en el sentido común somos el partido que ganó el 2D pero que la aritmética del Parlamento situó en la oposición». «Parece que están los papeles cambiados», ha zanjado.

Y con esto, a la mesa de la Nochebuena… y a seguir trinchando el pavo de la humildad. Que con esa actitud de Díaz se beneficia no solo a los partidos de la derecha, sino a la recién registrada Adelante Andalucía, discípula directa y desagradecida de Podemos que ahora ya -oficialmente ya- va por libre: Tiene gracia el asunto de los antisistema con más siglas que ganas de trabajar.

Paradójico: Ahora existe un partido a la izquierda de la ultraizquierda de Podemos: Adelante Andalucía.

Y Susana Díaz creyéndose aún importante, y todo fluyendo a su alrededor sin contar ya con ella, ni con los que le ‘bailan el agua’ a ella. Asistimos -por tanto- a su pataleta navideña: Susana Díaz ya no emociona. El Psoe -de la ultra corrupción- entra en el 2020, besando la lona.